domingo, 22 de julio de 2012

JULIO EN JULIO

Julio viene de Juliano, el viejo emperador romano, o de Julio II el antiguo Papa de la Iglesia, que mas da, a mi no me importa la procedencia.



Es indudable que debajo de cada nombre hay un hombre, o una mujer.

Preocupado por la única neurona que me queda en activo, estoy atento a mantenerla en constante ocupación, no me gustaría el abandono a mi suerte sin ella de compañera.

La nicotina dice él que es un buen aliado contra el Alzheimer, eso es un secreto.

Con esa finalidad me encaminé en busca de Julio, en el tórrido mes de Julio.

Julio es un colega, un amigo, un filosofo de la vida tranquila, un buen padre, excelente abuelo.

A pesar del buen estado de mi brújula cerebral, reconozco que me costo encontrar la ubicación de “la Quinta”.


- Ahí mismo es, dijo al llegar.

Hacía escasos minutos que yo había llegado y tocado el timbre de la puerta.

- No contesta nadie, dije.

- Es que estoy llegando ahorita, contestó.
Era evidente y no necesitaba mas aclaración.


Después de los saludos comenzamos a hablar absolutamente de todo, pero antes debo describir sucintamente a Julio.

Julio es Psicólogo, Salesman y ciudadano de este mundo.

En esta tierra ha habido siempre “abundancia de falta de oportunidades”, eso hace que Julio sea Salesman, pero no uno cualquiera. Vende ideas, las sugiere, las comparte.

Lleva años haciendo lo mismo, lo hace bien y es considerado.
Me gustó su casita, las tres, el jardín, la piscina, el ambiente relajado, el recinto todo. La casita es familiar y acogedora, cálida y diáfana, no sobra ni falta nada.
Julio es un buen amigo, afable y reflexivo, jamás hemos encontrado un punto de inflexión que lleve a la discusión, no quiere decir que pensemos igual en todos los temas, quiere decir que la mutua comprensión de un tema visto desde puntos de vista distantes puede llevar al mismo fin.


Cuando creemos que superadas ciertas edades de la vida, todo se ha solucionado satisfactoriamente, porque así lo premeditastes, con premeditada antelación, llega alguien o algo y te fastidia la primigenia idea y a empezar de nuevo.

Julio, pensando sensatamente en su pequeño nieto y su única hija hembra, los ha motorizado para proporcionarles seguridad, que es lo primordial, adiós ahorros, el fin justifica los medios, una vez mas.

Le cuento como a mi, que no soy matemático, no me salen nunca las cuentas, por muchas elucubraciones magistrales que hagas, todas quedan en el aire sin sustento estable. Puedes usar un ábaco, lápiz y papel, contar incluso con los dedos de los pies, las cuentas no cuadran.


Digno de admiración es, hacer lo posible y lo difícil, por los demás, los mas cercanos, los nuestros, en ocasiones también por los que no nos son nada sanguíneo, los amigos. Si haces el bien es posible que no recibas nada a cambio, pero el objetivo no es recibir retribución, el objetivo es el bien en sí mismo y el regalo de la satisfacción.

Le deseo a mi buen amigo Julio, en mi vista Juliana, que prospere, que sea feliz y disfrute de excelente salud. Deseo que continúe contándome entre sus amigos, un honor para mi. El cuenta con mi estimación y amistad, lo sabe.


Feliz día de Julio que pasé agradablemente en su casa, donde compartimos café y descubrimos porqué la cafetera, la otra, no funcionaba.

Espero compartir el próximo café en su casa o en la mía donde siempre han estado las puertas abiertas para él y los suyo y los perros bien amarrados.

Un saludo muy cordial.